Este viernes a las 19.30 hs , la Dirección de Cultura de Azul , realizará la presentación en el Museo de Arte López Claro, de una selección de obras en papel (litografías , dibujos y grabados ) de los trascendentes artistas de la plástica argentina , Raquel Forner y Alfredo Bigatti
Cabe recordar que tan importante artista , Raquel Forner , estuvo en nuestra ciudad en la década del 70 , donando en esa oportunidad un magnífico óleo a la Escuela de Bellas Artes.
Esperamos a toda la comunidad que acompañen al museo y a la memoria de esos dos enormes artistas .
Raquel Forner (Buenos Aires, 1902 – Ib., 1988), fue una pintora, escultora y profesora de dibujo argentina. Perteneciente al Grupo Florida, ganó muchos premios entre ellos la medalla de oro en la Exposición Internacional de París en 1937. En el trayecto de su vida artística evoluciona de un naturalismo a un expresionismo muy personal.
En 1936 contrae nupcias con el escultor Alfredo Bigatti con quien había fundado los cursos Libres de Arte Plástico. Un año más tarde gana la medalla de Oro en la Exposición Internacional de París. Impresionada por la Guerra Civil española empieza a realizar una serie de obras basadas en ella: «La victoria (1939)», «El drama» (1939-1946) y el «Éxodo»(1940) que en algunos momentos se acercan al surrealismo. Desde ese tiempo expresa en sus obras los males desencadenados en el mundo, además de dibujar seres mutantes y alienígenas.
Ya desde sus años iniciales, la obra de Raquel Forner está próxima a los lenguajes del arte moderno. Así, la tendencia a la simplificación y la estructuración geométrica la involucran con las corrientes renovadoras del arte argentino. Fragmentación, rebatimientos, escorzos y facetamiento de volúmenes son algunos de los rasgos que particularizan su lenguaje, que se profundizan en contacto con el arte europeo durante su viaje de 1929, momento en que se integra al “grupo de París”.
Tras su regreso a Buenos Aires y hasta finales de los años ‘50, la artista hace girar su obra en torno a la Guerra Civil Española y a la Segunda Guerra Mundial. Una visión trágica y desesperanzada, fuertemente cargada de simbolismo imprime a estas obras su sello distintivo.
A partir de 1957 la mirada de Forner se orienta hacia el tema de la aventura del hombre en el espacio. Tomando como puntos de referencia la tierra y la luna, trabaja el cosmos poblándolo de navegantes antropomórficos. Sus recursos plásticos se transforman al contacto con estas nuevas poéticas. El color y la materia pictórica adquieren un rol más protagónico, mientras las formas se hacen más abiertas, en un espacio que no pierde nunca su dimensión simbólica.
Forner llegaría a exponer sus cuadros en importantes galerías y museos, entre ellos galerías y museos de Argentina, Alemania, París, Colombia, México, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Suiza, Portugal, etc. También recibió numerosos premios, como además de la medalla de oro en la Exposición Internacional de París (1937), el Primer premio Nacional de Pintura en el XXXII salón Nacional de Bellas Artes (1942), premio «Augusto Palanza» otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes (1947), «Gran Premio de Honor» en el XLV Salón Nacional de Bellas Artes (1956). Luego de recibir diversos homenajes y su última Exposición personal en la Galería Giacomo Lo Bue, Córdoba, fallece en Buenos Aires el 10 de junio de 1988. Recibe ese mismo año una Exposición homenaje en el Museo de Arte Moderno en Buenos Aires. Aún luego de fallecer, sus obras son expuestas en reconocidos museos y galerías, además de ser galardonada por la Fundación Konex con el Konex de Platino en 1982 como la mejor pintora expresionista de la Argentina y con el Konex de Honor por su extensa trayectoria
Alfredo Bigatti (Buenos Aires , 19 de julio de 1898 – 25 de marzo de 1964) fue un escultor argentino, medallista, y artista visual.
Nacido en Buenos Aires, Bigatti fue estudiante y profesor en la Academia de Bellas Artes, entonces comenzó a viajar por diferentes países de Europa durante el periodo comprendido entre 1924 y 1928, incluyendo en el periplo una estancia en París, donde fue alumno de Antoine Bourdelle y se reunió con otros artistas argentinos, como el poeta Leopoldo Marechal y el pintor Aquiles Badi.1 Tras su regreso continuó con la docencia.
Alfredo Bigatti define un espacio propio para la tradición de la escultura argentina. Pertenece a la llamada “Escuela de París”, una generación de artistas que debió desarrollar su arte entre el academicismo predominante y el impulso renovador de los “ismos” más avanzados. Diría Romualdo Brughetti, Bigatti “dio auténtica vigencia, fundado en una razón geométrica de ritmo arquitectónico, a la escultura en su concepción monumental y moderna”. Sus monumentos a Mitre en La Plata, a Roca en Choele-Choel y la Bandera (en colaboración con Fioravanti) en Rosario, así lo prueban. En la sensible intimidad de las piezas no monumentales, desde el armonioso bronce “Pureza”, Primer Premio Nacional de Escultura de 1926, retratos y cabezas en bronce que culminan en la singular “Cabeza de mujer”, obteniendo el Gran Premio de Escultura en la Exposición Internacional de Paris de 1937, los jinetes y caballos, los relieves, los últimos dibujos y monocopias, percibimos todas esas composiciones, menores en tamaño, pero no por eso exentas de las virtudes fundamentales que su mano segura supo imprimirles: vigor y vuelo.