Presente: entre el deseo y la nostalgia

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    Suspense. En arte, una pausa llena de expectación impaciente.

    Momento incierto, inestable, lleno de preguntas.

    Gravitar en la pregunta sin la posibilidad inmediata de acercar respuestas, habitando el terreno de la incertidumbre sin olvidar vivir…

    Detenerse, pensar. Será una oportunidad para encontrar nuevas lógicas y estrategias para la supervivencia?

    Tiempo de conectar con lo mas íntimo, de reflexionar, pensar y abrazar pese a la distancia nuestras almas desde el lugar que habitamos hoy.

    Lejos, cerca, solos, todos juntos…En una burbuja, en muchas burbujas, presencial, no presencial o si, pero mediados por la tecnología que según parece, llegó para quedarse.

    Muchas ventanitas en la pantalla, caras, casas, muteos, sonidos de hogar, no significa estar presentes? Construyendo una nueva presencialidad, un modo diferente de vincularnos sintiéndonos cobijados a la que vez que compartimos experiencias desde la distancia física.

    Dos años transitando esta nueva realidad en “modo pandemia”, que nos impuso cambios constantes, rápidos, nuevas reglas de juego que no duran más que un suspiro…

    Es allí donde aparece el arte como posibilidad para expresar una visión sensible y necesaria acerca de este mundo, el mundo de hoy para aferrarnos al hecho esperanzador. Arte como inspiración, encuentro, y salva-vidas.

    El arte en estos tiempo se conecta con su pulsión ancestral, no es nuevo su poder. Ha sido desde siempre refugio liberador, ya sea gracias a su poder meditativo o por su posibilidad de catarsis.

    Presente”, muestra hoy el resultado de todo este proceso.

    Desde el taller hemos sorteado cada uno de estos días con la firme convicción de que si en nuestras manos hay pinceles, lápices, tijeras, colores…el mundo sigue en movimiento y nosotros transformando nuestra propia realidad.

     

    Pato Valentin – Mali Claudel