Actriz, cantora, narradora y dramaturga, Luisa Calcumil nació en 1945 en Río Negro, en un pueblo cerca de General Roca que solía llamarse Fishke Menuco: literalmente, “pantano frío”. Miembro de la comunidad mapuche, Calcumil se transformó en una de sus representantes más queridas, ya que le dio cuerpo y voz en cada una de sus obras culturales.
«Vengo a celebrar y a homenajear a una mujer y a una artista extraordinaria como es Luisa Calcumil. Traemos distinciones del Ministerio de Cultura, del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional de Teatro», dijo Bauer al llegar a General Roca, en la provincia de Rio Negro a donde viajo entre otras cosas para este reconocimiento.
«Todo lo que hagamos por ella es poco», manifestó el Ministro, quien mantuvo un encuentro con la artista roquense en su casa de barrio de San Martín.
A los 23 años comenzó sus estudios de teatro, en uno de los primeros talleres que se habían instalado allí, en la provincia patagónica. Luego, el camino no fue nada fácil, ya que alejada de los centros urbanos, el trabajo actoral y artístico en general no abundaba ni allí ni entonces. Aun así, su intensa búsqueda le confirmó el lugar que deseó conquistar: protagonizó la película Gerónima, dirigida por Raúl Tosso en 1986, con la que se consagró como una verdadera actriz profesional.
A partir de allí, no solo se circunscribió al rol actoral, también escribió guiones que obtuvieron una gran repercusión. Uno de los motivos por el que se lanzó a escribir fue la falta de papeles y obras que la representaran. Así llegaron Es bueno mirarse en la propia sombra; Alma de maíz; La tropilla de Ruperto; Folil, y otros unipersonales en los que incorpora música, relatos y distintos aspectos que forman parte de la cultura mapuche.
También actuó para las películas Amor a América; Hijo del río, y El grito de la sangre. Varias de sus piezas no solo tuvieron una muy buena repercusión en la Argentina, sino también en el exterior. Debido al éxito que tuvo en Madrid y Santiago de Compostela, fue invitada para participar del Festival de Cádiz y, en 1990, ganó el Premio Leónidas Barreta como Mejor Actriz.
Calcumil, en muchas de sus obras, incorpora la crítica social y cultural: distintas aristas de la transculturación y los actos discriminatorios a los indígenas. “Creo que la cultura mapuche, con su culto al trabajo y al respeto a la persona, tiene mucho que aportar en este momento de grave amenaza a algunos aspectos vitales de la condición humana”, expresó una vez.
La artista desarrolla, a su vez, su faceta musical, demostrada en su disco La Cantora, del sello discográfico Patagonia Record. El álbum estuvo nominado para los Premios Gardel 2008 y fue ternado como Mejor Álbum Nuevo Artista de Folklore. “Yo propongo mi canto, no desde la cantante, sino desde la cantora. También las letras me representan: están hablando de y desde la mujer sureña», comentó Calcumil.
El 22 de enero, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, viajó a la provincia de Río Negro, entre otras funciones, para ortorgarle personalmente a la artista Luisa Calcumil un reconocimiento por su aporte a la cultura nacional.
Además, desde el Instituto Nacional del Teatro se otorga un premio especial para la actriz y cantora rionegrina. Y, por otra parte, se encomendó al Consejo de Editorial las gestiones pertinentes para la implementación de un trabajo documental sobre su destacada trayectoria y la publicación de sus obras dramatúrgicas más representativas.
Fuente: https://www.cultura.gob.ar/luisa-calcumil-una-artista-que-atraviesa-fronteras-10027/