La decisión (por amplia mayoría) del Concejo Deliberante de instar al intendente municipal a que declare la emergencia cultural en la ciudad de Azul, nos provoca –como colectivo– una alegría muy grande. Quizá se trate del primer aliciente de fuste que la política institucionalizada nos brinda.
Eso que podría simplificarse y traducirse como “señor intendente, hágase cargo”, para este Colectivo de Artistas de Azul ha sido un abrazo. Como lo es la creación de una mesa intersectorial de arte (en ese marco) y la consideración legislativa (¡luego de seis años!) del anteproyecto de ordenanza «Régimen Integral de Cultura Comunitaria y Servicios Culturales» –trabajo del Colectivo Cultural Comunitario Autogestivo–, cuya propuesta es afín a nuestro petitorio.
Agrademos ese respaldo de parte del CD, pero sin ingenuidades. Es un primer paso, una demarcación, pero que todavía debe ser dotada de la savia del compromiso, acciones de fondo y sensibilidad por la labor artística y el derecho de toda persona a construir un vínculo con ella.
Sin equidistarnos demasiado de este aliciente, lo que sigue siendo ofensivo en igual dimensión de alarmante (considerando que se trata de matriz política que administra nuestro Municipio) es la perspectiva oficialista (Ejecutivo, concejalxs) ante nuestra propuesta y acciones. A lo que hemos venido manifestando públicamente luego de las citas con integrantes del Ejecutivo y el mismo Concejo, podemos sumar una situación, cuya básica descripción grafica perfectamente por qué opinamos lo que opinamos de la gestión bertellista. En la citada sesión de anoche, el edil Pedro Sottile argumentó el rechazo del bloque que preside (Nuevo Azul) diciendo que se trataba de una iniciativa a la que (se supone que por mezquindad política de parte del resto del cuerpo) no habían podido acceder en pos de aportar ideas. Acotó que, a su bancada, le parecía irresponsable respaldarla con el voto, además de no servir de mucho que Bertellys declame la emergencia cultural. El… ¿olvido? del concejal le impide decir que tanto él como las concejalas Álvarez y Córdoba (quienes completan Nuevo Azul), sumado al par que representan al Pro (Ortiz – Mansilla), quienes al menos anoche sí acompañaron con voto positivo el proyecto, se negaron a participar de la reunión que el lunes, el resto de los bloques mantuvieron con este colectivo. Así las cosas, ¿la mezquindad dónde está?
Por otro lado, este jueves (por la tarde) seremos recibidos como colectivo por Sebastián Rodgers, el flamante secretario de Cultura. Nos moviliza la posibilidad del encuentro con el funcionario ocho días más tarde de la burda actuación de Ejecutivo en el Salón Cultural. Por cierto, un lapso muy propicio para haber, cuando menos, elaborado políticas concretas para empezar a paliar la emergencia cultural que esta ciudad padece. Nosotros con mucha tristeza y bronca, por si acaso hay quien opina que la consideramos un mezquino regocijo coyuntural.
